Si hablamos de Cherry, a mí los marrones no me gustan. Son, como dicen, rojos sucios, con una tactilidad tan sutil que resulta inútil. Los rojos tampoco me gustan por ser demasiado sensibles y provocar pulsaciones involuntarias a nada apoyes los dedos. También es cierto que mi mala experiencia con ellos puede venir de un teclado de gama alta que tuve y que devolví porque sus mecanismos además eran rascosos y con ping. Los negros, en cambio, a pesar de ser poco populares, son de mis favoritos. Se ajustan más a mis gustos de una mayor dureza y me resultan muy cómodos y agradables de usar, tanto para jugar como para escribir. Eso sí, algunas hornadas van mejor que otras. Yo tengo la suerte de tener unos retooled en un Leopold y van suaves como la seda. Sin duda se notan bastante mejor que los mismos mecanismos en mi anterior Tesoro Durandal. Creo que las keycaps gruesas y en PBT del Leopold también pueden influir en cómo se sienten y también en cómo suenan. Sin duda, si tuviera que comprar otro teclado con Cherries, iría a por los negros. La escritura es realmente agradable, muy suave y fluida. Es totalmente opuesta a mis otros teclados (Leopolds con Topres), donde a pesar que estos mecanismos son igualmente fluidos o más, la gran tactilidad de los Topre hace que sea una experiencia muy diferente y todavía más adictiva. Es como comparar el andar de un tigre y el de un caballo.