Si quieres hablar de libertad, te hablo de la ley del libre comercio:
"Se denomina un concepto económico referido al libre intercambio de bienes y mercancías, sin restricciones ni limitaciones"
Supongo que todos los que estáis en contra de la compraventa de gráficas, estaréis en contra de la gente que se dedica a la compraventa de inmuebles, coches etc... Vamos, negocios respetados que han existido toda vida.
Evidentemente, todo tiene un límite. Una vaca tiene sus dimensiones. El agua que albergan los océanos, la cantidad de nutrientes que puede absorber mediante fotosíntesis una planta....casi todo tiene un proceso, y es cuantificable.
Por desgracia, lo que no lo tiene en ciencias humanas, pervertido está. Ciertas mentes encontraron esta idea el sumun de la especie humana, su intelecto y el sentido de vida.
Lo que tú hablas está cerca de la usura. Otra cosa es que te muevas en un contexto donde esto te suene a chino mandarín y cualquier trapicheo (mercadeo) te parezca decente por la "Ley de libre comercio", a lo padre de Matilda.
Para mi todo lo ilimitado es perversión. Y claro, hay gente con poder para ir diciendo a los demás que el poder infinito es la hostia...desde su posición privilegiada.
Menos abusos, más acotado, y estaríamos todos un poquito mejor, pero parece ser que para que algunos estén contentos o más contentos, tienen que salir perdiendo una parte. Yo a eso lo llamo pan para hoy y hambre para mañana, pues no es más que cortoplacismo y sentido de "yo a lo mio, que esto es la ley de la selva", cuando en realidad por cada vez que crees que te beneficias te la están metiendo por 3 lados a la vez en otros asuntos.
Acabo la moralina diciendo que las reglas son buenas normalmente para el buen funcionamiento de las cosas que son propias de la sociedad humana (vivir en sociedad, que es la forma natural e inequívoca de progreso de nuestra especie), y la compra-venta de bienes es otro elemento más. No debe desestabilizar lo demás. Dichas transacciones no las inventaron los mercaderes del liberalismo, ni los padres del nacionalismo del S.XIX, ni mucho menos Isabel Díaz de Ayuso o los neoliberales. Por extensión, los límites a los abusos son tan comunistas como las leyes estadounidenses contra el monopolio y en favor de la competencia. Cosa que también se pasan por el arco del triunfo los tan democráticos, transparentes, loables,
respetables, benignos y
admirados holdings empresariales. Pagan su multita, si eso, y a tirar.
Si el más poderoso se compra un cacho o % demasiado alto de un producto para su reventa, está pervirtiendo el mercado y su propio sentido, pues no está concebido para enriquecerse sin límites, sino para abastecer de manera dinámica a la sociedad.
Cansado del egoísmo de pocas luces. No lleva a ninguna parte pensar así. Hacer un buen negocio, sí, vale. Otra cosa es que la especulación no conozca la moral o límite alguno.