La realidad es que hay fuentes baratas y caras, pues debe haber oferta para todos los bolsillos. No hay que engañarse y aceptar, que en los productos baratos, tendrás calidades de dicho nivel porque todas las empresas debe tener por definición un margen de benedicio. En los caros, las empresas pueden engordar los precios aprovechando el complejo de marquitis de la gente, pasa en otro muchos ámbitos, pero no cabe la duda de que, al final y a la postre, te van a dar también componentes y fabricaciones acordes con dicho nivel. El problema es que no se valora la importancia de un producto como la fuente de alimentación, que te va a dar servicio más años que las gráficas e incluso que los procesadores y por los que, sin embargo, pagamos lo que nos pidan.