A pesar de ir con la masa, he de decir que The Witcher 3 fue el último que realmente me impresionó de veras con sus gráficos. Kaer Morhen, Skellige, Toussaint... las puestas de sol en los acantilados o los amaneceres en los pantanos son unas de las cosas más bonitas que he visto jamás en la pantalla de un ordenador.