Es que el panorama está dando unos cambios tremendos en cuestión de pocas semanas.
Hasta comienzos de este año, teníamos el problema de que la producción existente era incapaz de abastecer una demanda muy fuerte, lo que motivó que se disparasen los precios.
La situación de la producción ha mejorado en los últimos meses, pero la tremenda inflación que estamos viviendo, hace que el orden de prioridades de las economías domésticas cambie substancialmente. Cuando cuesta llenar el depósito, pagar la factura de la luz, o hacer la compra semanal, actualizar la gráfica (que encima consume un huevo), pasa a un segundo plano. Inevitablemente, la demanda de este tipo de productos que podríamos considerar "de lujo", se va a reducir considerablemente. Por tanto, los precios no deberían aumentar si no quieren encontrase con los almacenes llenos.
Y volviendo sobre los costes energéticos, es una verdadera vergüenza que por colgarse la medalla del rendimiento frente a la competencia, nos lleve a que los fabricantes saquen modelos de 600 ó 700W, especialmente con la que está cayendo. Espero que las páginas de comparativas empiecen a tener este dato más presente en sus análisis, porque es algo que habitualmente se ignora y es cada vez más relevante. A partir de ahora se debería analizar la mejor tarjeta de 200W, de 300W... y hablar de rendimiento por vatio. Es la única forma de que los fabricantes de pongan las pilas a la hora de diseñar productos más eficientes. Una tarjeta nueva que rinda un 30% más, es un paso atrás si para ello tiene que consumir el doble que la anterior (esto vale también para los micros).